La pasada semana os hablábamos en Neosystems de «un dúo muy apetitoso«, el formado por la tecnología y la comida. Bien, pues hoy, hablando de parejas que casan a la perfección con nuestro tema favorito: la tecnología. En este caso, nos referimos a la moda. Así lo leemos hoy en El País: Quién hubiera pensado que la moda y la tecnología se harían tan buenas amigas. Nos cuenta el diario que la moda presentada esta semana en París aúna la herencia del pasado con materiales dignos de Silicon Valley.
En la primera jornada de desfiles de las colecciones de alta costura para otoño/invierno 2014-2015 en París conviven los elogios a la virtuosa artesanía de estos trajes con los guiños a Silicon Valley. Es posible que la tecnología sea la salvación de una disciplina que se daba por muerta hace una década y que no puede ser más predigital. Piezas costosísimas y únicas, que solo se fabrican a mano y a medida y que tardan meses en entregarse. Es como si, 15 años después de terminar el instituto, los nerds informáticos y los estudiantes de arte se hubieran reencontrado para descubrir sus afinidades. Por una parte, Apple anuncia el fichaje de un tercer ejecutivo de la industria del lujo: el vicepresidente de Tag Heuer, una de las relojeras del mayor grupo del sector (LVMH), se une así a los CEO de Burberry e Yves Saint Laurent. Por otra parte, las casas de alta costura aseguran que el aumento de doble dígito de sus ventas se debe a la llegada de un nuevo consumidor, en buena parte, procedente de la industria tecnológica.