Realmente no es uno de los días conmemorativos más conocidos por la sociedad en general, pero este hecho no nos debe parecer extraño puesto que los Archivos, y por ende los profesionales que trabajan en ellos, son los eternos olvidados en las instituciones donde desarrollan su labor. Una labor, por cierto, muy poco reconocida.
La Asociación de Archiveros de Canarias (Asarca) es una organización constituida en 2005 con la intención de impulsar cualquier aspecto que contribuya al desarrollo de la Archivística en la Comunidad Autónoma de Canarias, en especial al desarrollo profesional y la relevancia social de los servicios y fondos documentales por ellos gestionados. Por lo tanto, los profesionales agrupados en Asarca pretendemos que esta conmemoración no pase desapercibida, porque somos conscientes de que la mayor parte de la sociedad desconoce la trascendencia e importancia de nuestro trabajo, o la conoce de manera insuficiente. La Asociación de Archiveros de Canarias defiende la gran labor que sin ruido vienen desarrollando los profesionales de la archivística en nuestra Comunidad, un trabajo en la mayoría de los casos en condiciones muy precarias, pero sabemos que es esencial para mejorar y hacer más transparente el funcionamiento de nuestras instituciones públicas con el fin de prestar un servicio público real.
Vivimos en la sociedad de la información, y en ella los Archivos deben cobrar un papel importante. La creación, uso, control y conservación de la ingente cantidad de documentos que se producen concibe que la función archivística sea esencial para el buen funcionamiento de cualquier organización pública o privada. Sin embargo, el estatus profesional, las competencias y la formación reglada de los archiveros/as es aún una asignatura pendiente. Pero, a pesar de todo, nuestros esfuerzos se centran en convertirnos en uno más de los actores de la moderna administración electrónica y participar en la gestión documental desde la misma confección de sus sistemas.
No debemos dejar de señalar que ante la nueva dimensión democrática a la que pasarán los Archivos en los próximos años y, a punto de promulgarse la “Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno” actualmente en trámite y por la que los Archivos podrán convertirse más que nunca en parte esencial en la preservación de los documentos, la información y los derechos de los ciudadanos, nuestra Comunidad Autónoma debe ponerse a la altura del resto del territorio español y fomentar la igualdad de todos los canarios ante la ley y las instituciones. Sin embargo, coincidimos con otros muchos colectivos de archiveros en que ninguna ley de transparencia será viable y eficaz sin archivos públicos en óptimas condiciones, ni medios materiales y humanos suficientemente cualificados para desempeñar esta responsabilidad. Porque un archivo bien organizado y accesible, con personal especializado al frente, con un sistema de trabajo actual y moderno agiliza el funcionamiento de la administración, garantiza los derechos individuales y colectivos, y la transparencia administrativa recogida en nuestra Constitución, convirtiéndose en un Servicio Público cada vez más demandado y a disposición del ciudadano.
En Canarias nos queda mucho camino por recorrer en este sentido; hemos de procurar la integración de los dos grandes subsistemas de archivos; el de la administración autonómica y el de la administración local, sin olvidar el Patrimonio Documental de instituciones empresariales y organizaciones sociales, si aspiramos a la construcción de nuestra memoria colectiva con garantías de igualdad y participación social. Para ello, Asarca considera indispensable actualizar la Ley 3/1990 de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, totalmente obsoleta, para tener una nueva Ley de “2ª generación” tal y como han hecho la mayoría de las Comunidades Autónomas. Los avances, innegables, que se han producido en la Archivística Canaria tendrían una continuidad ya imparable respaldada por una ley moderna y adaptada a la nueva realidad que exige la sociedad actual.
Estas y muchas otras son las aspiraciones por las que los profesionales de los Archivos de Canarias se esfuerzan cada día.