Internet es grande, es enorme. Uno casi diría que lo es todo. O casi todo.Internet es bueno, pese a que también hay cosas en él que no son buenas. Pero internet es como la propia humanidad. Si los seres humanos llevamos años matándonos y cometiendo maldades, ¿cómo no íbamos a hacer lo mismo en un mundo virtual? Pero internet es ante todo algo bueno. Bueno y saludable. Es libre, es fácil, es para todos y algún día estará al alcance de todos.
Y no son pocos los gurús que lo saben todo sobre Internet Gurús que nos dicen que internet se creó como un sistema de comunicación para el ejército que fuera capaz de resistir una hecatombe nuclear. Pero eso no importa, porque internet es bueno. Y tampoco importan esos gurús que todo lo pretenden saber, porque quien realmente lo sabe todo es internet. Internet nos ha dado la Wikipedia, y gracias a ella lo podemos saber todo sobre internet. E incluso sobre los gurús.
Y para saber lo importante y bueno que es internet, no hacen falta gurús. Basta con mirar atrás y recordar. Es suficiente con pensar en la primera vez que navegamos por internet, en esa eterna pregunta que nos hicimos aquel día – «¿Cómo demonios pasan las letras y los gráficos por el cable del teléfono?»–. Entonces empezamos a imaginar todo lo que internet podría significar. Y no sabíamos cómo funcionaba, pero lo hacía. Y nos cautivó para siempre.