Silicon Valley: en busca de la siguiente revolución digital

By 31 de octubre de 2013septiembre 24th, 2024noticias

Stanley Yang no es un fan más de La guerra de las galaxias. Es un hombre que decidió convertir en realidad lo que vio en el cine. La impronta que dejó en él la película de George Lucas se ha convertido, 35 años más tarde, en un chip que lee las señales de nuestro cerebro; una tecnología con la que pretende revolucionar la educación, la sanidad y nuestra manera de relacionarnos con las máquinas, con el mundo.

Aterrizó en Estados Unidos con 14 años, procedente de su Taiwán natal. Le llevaron a ver el mítico filme y se quedó boquiabierto. “¡Qué gran país!”, se dijo a sí mismo, “¡han desarrollado una tecnología para mover objetos con la mente!”. No, era ficción en estado puro, para su desconsuelo. Pero si nadie lo había hecho hasta ahora, tendría que ser él el encargado de intentarlo.

Así son los retos que se marcan en Silicon Valley. Las ideas más locas, las más controvertidas, son a menudo las que rompen. No hay sueños irrealizables.

Yang abrazó su sueño: convertir en realidad esa habilidad de los jedispara mover objetos con la mente, la fuerza. Tras años de estudios y experiencia profesional, en 2004 vendió su empresa, Triscend, a la gigante Xilinx. Se podría haber retirado en ese mismo instante. Pero decidió ir a por todas. “Esta vez, la cuestión no sería solo hacer dinero”, dice confortablemente sentado en el sofá de su luminoso despacho en San José, California. “Quería un objetivo más grande: hacer algo en pro de la especie humana”.

El resultado de la ambición de Yang, de 49 años, consejero delegado de la compañía Neurosky, es un chip que mide el nivel de atención de nuestro cerebro. Integrado en una especie de diadema, permite captar las señales eléctricas gracias a un biosensor que se ubica en la frente del usuario. En 2009 se lanzó un primer juego que usaba la tecnología de Neurosky y que permitía mover una bolita con la mente: Star Wars.Para el año que viene prevé que estará lista una almohada inteligente que medirá la calidad de nuestro sueño y que, en un futuro no muy lejano, mandará la señal de apagar las luces del dormitorio y de la televisión cuando detecte que nos hemos dormido. Está en contacto con varios países para probar su tecnología en colegios y medir el nivel de atención de los alumnos. Dice que resultará revolucionaria para el sector educativo. Yakarta, Indonesia, es su primer banco de pruebas.

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