Estamos de acuerdo en que la tecnología tiene cada vez más peso en el día a día y ha conseguido modificar muchas facetas de nuestra vida. El entorno profesional no iba a ser menos. Lo tecnológico ya está totalmente integrado en los procesos laborales y el entorno digital es un área vital, a la que hay que prestar especial atención.
Tanto es así, que la tecnología ha generado la aparición de un nuevo tipo de trabajador con el que muchas empresas ya cuentan y otras tantas acabarán contando. Todo ello gracias al desarrollo de herramientas que simplifican el trabajo. Hablamos del empleado 3.0.
Se trata de un nuevo profesional que se mueve y habita en un entorno digital y para el que “no existen horarios laborales”. Consiste en un empleado que saca partido a la tecnología en beneficio de la empresa y es multicanal en su desarrollo laboral. Sus cualidades son el talento, la capacidad del trabajo a distancia, la motivación y la productividad entre otras.
En este nuevo escenario laboral, el futuro deparará compañías que favorezcan el aumento del número de empleados 3.0, es decir, desarrollo de puestos de trabajo virtualmente inteligentes, puestos de trabajo que se puedan realizar a distancia, de forma remota.
Está claro que la tecnología lo inunda todo, y por ello, parece probable que todos los trabajadores se conviertan en empleados 3.0. Lo que sí parece claro es que las compañías han de emplear las nuevas tecnologías con el objetivo de generar valor, aunque el componente personal debe seguir siendo necesario.
Entonces, habrá que encontrar un equilibrio necesario entre lo tecnológico (lo digital) y lo “humano”. Potenciar las relaciones sociales y volver a “humanizar” el mundo empresarial y por otro lado sacarle partido a las tecnologías y al mundo digital para poder llegar a cada vez más personas –tener más presencia– y facilitar los procesos de trabajo.
Fuente: http://cincodias.com/cincodias/2014/11/06/finanzas_personales/1415275766_320129.html